Hoy quisiera la luz de marzo,
toda esta transparencia, esta inmutable
y clara y lenta forma de morir
que aprecio solamente en el invierno.
No sé de otra estación que pierda tanto
poder con tanta lógica, con calma,
con despego. Sopla un viento frío,
como un adiós ceremonial apenas
atendido por nadie: los almendros
ya hablaron. Esta luz tiene sus breves
días contados. Yo quisiera darle
a una plata tan diáfana un lugar
en mi mente, y dejarla allí alumbrándome.
Antonio Cabrera, "La Estación Perpetua", 2000,p.p. 54
No comments:
Post a Comment